jueves, 17 de marzo de 2011

ADAPTACIONES AL AULA DE CLASE

AULA ABIERTA

Cómo ayudar a los niños(as) o jóvenes con necesidades educativas especiales en el salón de clase.

Esta es una información general sobre las estrategias y acomodaciones generales para el salón de clase. Ojalá sean de interés y que las propuestas faciliten el progreso de nuestros estudiantes en quienes creemos y por quienes luchamos para que logren un mejor desempeño escolar.
Los ajustes y las ¨acomodaciones¨ que se pueden hacer, tanto en el trabajo escolar como en el manejo mismo de la clase, ayudan a los estudiantes con necesidades educativas especiales a tener éxito en su trabajo diario.

1.Ajustes o acomodaciones generales en el aula: Hay tres principios críticos necesarios para trabajar con los y las estudiantes con necesidades educativas especiales: brevedad, variedad, estructura y rutina.

Brevedad: Los y las estudiantes con necesidades educativas especiales tienen dificultad para completar sus tareas, sobre todo si les parece largas y aburridas. Por lo tanto es más fácil para ellos si:
la tarea se les presenta poco a poco.
Se les pide que hagan ejercicio por ejercicio
Si se reduce el espacio visual con un recuadro de papel( como si fuera el marco de una ventana o pantalla de televisión.)
Si se les permite doblar el papel por la mitad.
Aunque el trabajo sea el mismo a la larga, el hecho de utilizar una estrategia que ¨ lo haga ver¨ más corto, creará una mejor disposición para terminarlo.

Variedad: todos los y las estudiantes necesitan mayor estimulación y motivación frente a la tarea: mientras más se pueda variar la presentación del material, el tipo de ejercicios o la manera de ejecutar el trabajo y mejor se va a desempeñar.

Estructura/Rutina: Para los y las estudiantes con necesidades educativas especiales es importante que el medio ambiente sea lo más estructurado posible, es decir que las reglas, las expectativas y las normas estén enunciadas claramente y, si es posible, expuestas de manera visible y que sean recordadas periódicamente.
Que el salón de clase sea lo más predecible y controlado posible: Cualquier cambio en la rutina debe ser previsto con anterioridad. Un profesor que está en control evita que los estudiantes se ¨desordenen¨ y se porten mal; para esto es necesario tener claro que se va a hacer, alistar previamente el material que se necesita y programar cuidadosamente sus actividades.
ORDEN, RUTINA Y ORGANIZACIÓN SON PALABRAS CLAVES EN EL SALON DE ESTUDIANTES QUE PRESENTAN NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES.


2.Ajustes o acomodaciones individuales:

Para la desatención:
Invitelo a sentarse cerca del pupitre del profesor, lejos de sonidos y distractores, rodeelo de compañeros que sean buenos modelos, que den ejemplo de buen comportamiento.
Ayúdele a retirar aquellas cosas que le distraen.
Establezca una ¨señal secreta¨, por ejemplo golpecitos en el hombro, la cual usted realizará cuando vea que él se está distrayendo, para ayudarle discretamente a volver a la tarea.
Ayúdele a trabajar por objetivos cortos: una página a la vez, un ejercicio a la vez. Si es posible divida el trabajo, dándoselo por partes que el alumno no se sienta abrumado y pueda sentir la satisfacción de terminar trabajos.
Permita la participación activa de todos y todas, especialmente del estudiante con dificultades, esto hará más motivante la clase y captará mejor la atención: preguntarles, plantearles ejercicios donde ellos puedan realizar actividades manipulativas ayudará a los estudiantes a mantener la atención que el sólo escuchar pasivamente.

Para ayudarles a seguir instrucciones:

Haga contacto visual antes de dar una instrucción.
Dé instrucciones simples, una por una.
Dé instrucciones directas cuando sea necesario.

Para la desorganización:
Ayúdele a hacer listas, lo que necesita al entrar al salón cada mañana y en la preparación para la salida a casa.
Permita diseñar gráficas con lista para recordarle la rutina o instrucciones que pueden ser útiles para promover un comportamiento responsable.

Para la hiperactividad:
Permítale moverse dentro de lo que sea posible: Establezca descansos frecuentes, periodos de ejercicios dentro del salón, y cambios de actividad. Utilícelo como ¨mensajero¨, para darle la oportunidad de caminar, y hasta permítale salir a dar una vuelta por el patio de recreo cuando lo vea muy inquieto.
Establezca con él señales visuales que le permitan recordar cuando si y cuando no se debe hablar.

Para ayudar a controlar la impulsividad:
Ignore el comportamiento inapropiado que no sea importante: prepárese a luchar por lo importante, no por lo urgente. Por el contrario, atienda y alabe el buen comportamiento, y reconózcalo y menciónelo frente a otros.
Incremente la ¨inmediatez¨ de los premios y las consecuencias; haga contratos con el estudiante.
Enséñele a automonitorearse: a darse cuenta él mismo de cómo se está comportando, ya sea llevando un registro por sí mismo, o evaluando junto con él su comportamiento.
Implemente programas de premios.

Para ayudar a mejorar la escritura:
Haga acomodaciones (ajustes) para la presentación de trabajos escritos, dando alternativas tales como el uso del compuntador, el uso de apuntes de un compañero, el que pueda dictarle a otra persona la composición, o incluso el grabarle en lugar de escribirla. Permita si es posible, que dicho trabajo sea más corto.
Limite el número de tareas escritas para realizar. Permítale más tiempo para completar sus trabajos, exámenes o pruebas escritas: si puede demostrar que sabe hacer algo con sólo uno o dos ejercicios, para que exigirle 20 sólo por practicar o por cumplir?


Recuerde que lo justo es pedirle a cada uno lo que cada uno puede hacer, no pedirle lo mismo a todos.



Para mantener la autoestima, que se afecta tanto en estudiantes con necesidades educativas especiales.
Construya el nivel de confianza, ayudándolo a estructurar el ambiente de aprendizaje para que pueda obtener éxito en lugar de fracasos. En muchos casos esto representará un ajuste temporal de la carga académica, una disminución en el trabajo a realizar en un periodo de clase y/o un fraccionamiento del material por periodos más cortos.
Reconozca los logros con retroalimentación escrita y verbal, haciendo énfasis en los buenos resultados de su trabajo, utilizando por ejemplo, un resaltador.
Permita que contribuya con las responsabilidades de la vida diaria del salón (borrar el tablero, llevar a la oficina el libro de asistencia etc.) para que así su contribución sea importante.

RECUERDE:
Nunca ponga al estudiante en la situación que vaya a abrumarlo y menos condicionarlo al fracaso

Nunca coloque al estudiante con alguien que considere que sus dificultades son un ¨defecto de personalidad¨ que tiene que ser eliminado.

Nunca obligue a un estudiante a terminar un trabajo aburridor que tenga poco (o ningún) valor pedagógico.

Nunca le dé al estudiante con dificultades educativas especiales una tarea que sea menos interesante, o menos reforzante, que otras cosas a su alrededor.

Nunca deje que sus temores por el futuro del estudiante ¨coloreen¨ sus interacciones en el aquí y el ahora.

Nunca olvide que una autoestima razonablemente saludable, es más importante que cualquier logro académico.

Referencia Bibliográfica: Este documento fue retomado del manual para educadores: Corporación HIDEA
GOMEZ, Guerrero Sabrina. Como ayudar al niño con TDH en el salón de clases

No hay comentarios:

Publicar un comentario